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María Chum

Maria Chum Pastor tiene 25 años vive en la Aldea de Climentoro, municipio de Aguacatán, departamento de Huehuetenango y su historia de vida refleja compromiso, dedicación y mucha fuerza. Culminó la primaria, después el nivel diversificado y durante su carrera, tuvo que combinar sus estudios con el trabajo en el campo y el pastoreo,  apoyando a su familia. Logró graduarse de Perito en Ciencias de la Comunicación y uno de sus principales sueños, es llegar a la universidad.

 

“Me siento orgullosa de ser la primera mujer, joven e indígena que forma parte de la organización más importante de la comunidad”

 

Maria es soñadora y participativa, de hecho, se involucra en las actividades de su comunidad con el propósito de transformar la realidad. Ocupa el cargo de representante en el Movimiento Juvenil Altense –MOJUVA-  conformado hace solo 7 meses por un grupo de 16  jóvenes motivados por hacer que sus voces se escuchen. Además, es presidenta de la Coordinadora Municipal de Niñez, Adolescencia y Juventud en su municipio y recientemente fue nombrada vocal I en el Consejo Comunitario de Desarrollo –COCODE-.

Lograr que mis padres confíen en mí fue el primer reto que enfrenté- afirma Maria. He tenido que luchar mucho para poder participar en estas organizaciones. Hacer valer mi opinión en una organización comunitaria donde la mayoría de participantes son hombres adultos no es fácil.  Mi motivación es conseguir que otras jóvenes pierdan el miedo a hablar y participar, que se escuchen nuestras opiniones.

El día en que se llevó a cabo la asamblea para conformar el órgano de coordinación del COCODE, Maria estaba atenta y participaba, tenía un objetivo claro: ganar un espacio para representar a jóvenes.  La reunión estaba a punto de concluir sin que ninguno de los jóvenes presentes fuera incluido dentro de la estructura. Yo tomé la palabra y dije que era importante que la voz de los jóvenes se hiciera escuchar. Me gustaría participar – expresó claro.

Luego de escuchar a Maria y reflexionar internamente, el COCODE decidió incluirla dentro del órgano de coordinación. Soy consciente de que no tengo un alto cargo como el de presidenta o tesorera, pero me siento orgullosa de ser la primera mujer, joven e indígena que forma parte de la organización más importante la comunidad, donde se toman las decisiones que nos afectan a todos- afirma Maria.

Sin duda Maria ha jugado un papel trascendental luego de su elección. Ha ido ganando espacios entre las y los líderes de la comunidad. Prueba de ello es que, bajo su responsabilidad, están las llaves de acceso a la escuela, al centro de convergencia y al salón de reuniones donde se realizan las actividades comunitarias y se reúnen.

Ella está en todo, los señores integrantes del COCODE la buscan y se apoyan en ella. Es inteligente y colaboradora, ayuda al COCODE a gestionar proyectos, es la que entrega las solicitudes cuando queremos gestionar algún proyecto- afirma una de sus compañeras.

Maria tiene una actitud propositiva y entusiasta, acepta las responsabilidades que se le confieren y demuestra constantemente ser una persona en la que se puede confiar. Es un ejemplo de liderazgo para su familia, para su grupo y para su comunidad.

“Me siento orgullosa de ser la primera mujer, joven e indígena que forma parte de la organización más importante de la comunidad”

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